Cuando estaba en 4º de E.S.O. tuve un profesor de Religión, D. Régulo, cuya primera clase consistió en que nos aprendiéramos los siete pecados capitales y las tres virtudes cardinales. Lo que voy a decir a continuación puede que sorprenda, pero es totalmente cierto. Entonces sería el año 96 y yo no había oído hablar de los pecados capitales nada más que en Seven, la peli de Brad Pitt y Gwyneth Paltrow. Y no es porque no hubiera ido a clases de religión hasta el momento, que no, sino que mis clases de religión se habían basado en estudiar los evangelios y las enseñanzas de Jesucristo.
Toda esta introducción viene a que mis entradas siguientes van a hablar sobre los siete pecados capitales y el Purgatorio de la Divina Comedia de Dante. ¿Por qué? Pues porque me apetece ver cómo nos enfrentamos hoy en día a ellos. Sobre todo voy a hablar de mi experiencia y de cómo transito por los distintos círculos de El Purgatorio.
En cuanto a El Purgatorio es el segundo de los cantos de los tres que componen la Divina Comedia y se divide en siete círculos. Dante va recorriendo la montaña de El Purgatorio acompañado por Virgilio (el poeta) y va borrando los siete pecados capitales (soberbia, envidia, ira, pereza, avaricia, gula y lujuria), del más grave al más leve, mediante la expiación, la reflexión y el arrepentimiento. Durante el recorrido por el Purgatorio Dante encontrará ejemplos de las culpas castigadas y de las virtudes opuestas (humildad, misericordia, mansedumbre, solicitud, justicia, abstinencia y castidad).
¿Estáis preparados? Pues vamos a disfrutar.
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