miércoles, 6 de marzo de 2013

Receta contra el hambre: lentejas


Si hay un plato que me gusta de cuchara ese es las lentejas... Me encantan. Las que más me gustan son las de mi madre, por supuesto, pero me como cualquiera... Es que las adoro!!! Pero hoy traigo una receta con mensaje... Leed atentamente. Y, si tenéis a bien, colaborad, aunque sólo sea porque se acerca la Navidad....
Gracias a Mikel López Iturriaga por esta iniciativa.

lentejas



Con bastante frecuencia me piden que me sume a causas benéficas a través de Twitter, Facebook y demás redes sociales, y casi siempre las ignoro o digo que no. No es que sea un desalmado al que sólo le importe su propia circunstancia, pero tengo mis reparos por dos motivos. El primero, que no me gusta promover iniciativas que no conozco bien. Y el segundo, que tampoco creo que sea muy útil abrasar a mis seguidores con constantes retuits humanitarios para complacer mi buena conciencia.

Dicho esto, sí me gusta implicarme en proyectos con una dirección clara y un encaje natural en mi trabajo, y en los que mi colaboración pueda tener un sentido y un efecto real. El Gran Recapte (Gran Recogida) de la Fundació Banc dels Aliments es uno de ellos. Consiste en una recogida de alimentos básicos no perecederos por toda Cataluña para destinarlos personas necesitadas. En el resto de España también se pueden hacer donaciones a través de internet o por teléfono.

Conocí esta iniciativa a través de Oscar Gómez, del blog Decuina. Él y un montón de blogueros más nos hemos confabulado para publicar hoy una receta con alguno de los productos que se piden en la Gran Recogida: pasta, legumbres secas, aceite, leche o latas de conserva de pescado.

El plato de hoy está dedicada al Recapte, pero también a otra campaña contra el hambre de la que supe justo a la vez. La impulsa Intermón Oxfam, organización en la que confío plenamente, se denomina Mesa para 7.000 millones y reivindica el derecho a la alimentación en todo el mundo. Para sentarse a este banquete tan concurrido sólo hay que donar dos euros: poco más de lo que nos cuesta un café.

Estas humildes pero deliciosas lentejas se separan de lo habitual porque la zanahoria y la cebolla, en vez de cocidas, van asadas. ¿Qué conseguimos con esta técnica, que vi en el blog The Wednesday Chef Pues que incorporen un aroma tostado y tengan una textura un poco diferente. Otra pequeña novedad son las judías verdes tubulares picadas muy finas, en plan cebollino, algo que he copiado desvergonzadamente de un plato del restaurante Moments de Barcelona.

Dificultad
Para pobres de espíritu.

Ingredientes
Para 4 personas
·    300 g de lentejas
·    300 g de zanahorias
·    200 g de judías cilíndricas tipo bobby (en su defecto, planas normales)
·    1 cebolla
·    2 dientes de ajo
·    1 litro de caldo de verduras o de pollo
·    1 cucharadita de pimentón dulce o picante, al gusto
·    Aceite de oliva
·    Sal y pimienta negra

Preparación
1. Precalentar el horno a 200 grados.
2. Pelar la cebolla y cortarla en juliana gruesa. Cepillar las zanahorias y cortarlas en bastones gruesos. Repartir ambas cosas en una bandeja o fuente de horno junto a los dientes de ajo sin pelar, embadurnarlo todo con un poco de aceite, salpimentar y asar 30 minutos. Remover dando vuelta a las zanahorias y asar 20 minutos más, o hasta que las hortalizas estén tiernas.
3. Cortar las judías verdes en trocitos pequeños, como de medio centímetro.
3. Mientras, poner las lentejas a hervir con el caldo más el agua suficiente para cubrirlas un par de dedos en una cazuela grande. Salar y cocer a fuego suave unos 40 minutos, o hasta que estén tiernas, meneando la cazuela de vez en cuando. Vigilar que no se queden secas, y mojar con un chorro de agua si eso sucede.
4. Añadir las judías verdes y cocer 10 minutos más.
5. Para espesar el caldo, poner tres cucharones de lentejas en un vaso batidor, incorporar los ajos asados pelados y el pimentón y triturar con batidora.
6. Devolver a la cazuela junto a las zanahorias y la cebolla. Dar un hervor de un par de minutos, corregir de sal y pimienta y dejar reposar un mínimo de 10 minutos (puede ser más, y recalentarlas después). Si ha quedado muy espeso, añadir más agua; si el caldo se ve muy líquido, triturar más lentejas y añadirlas.

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