lunes, 18 de marzo de 2013

Pecados capitales: ira


"El éxito y el fracaso dependen de la sabiduría y la inteligencia, que nunca pueden funcionar apropiadamente bajo la influencia de la ira". Dalai Lama
El tercer pecado capital que Dante explica en el Purgatorio es la ira. En él se representan a los iracundos en un espacio lleno de humo, pues la ira ciega al mundo. 

ira




La ira. La prueba de la paciencia. La pasión del alma, que causa indignación y enojo. ¿Cuántas veces nos habremos vuelto iracundos a lo largo de nuestra vida? Normalmente intentamos esconder la ira bajo una apariencia de enfado (un gran enfado, vale), porque la palabra ira es bastante gruesa. Sin embargo, cuando perdemos los estribos, nos tensamos y nos aceleramos, estamos padeciendo un ataque de ira (no estoy diagnosticando, eh!!). 

Yo que me considero una persona bastante paciente, a la hora de la verdad, peco de iracunda. Si no fuera porque ejerzo algo de autocontrol sobre mí misma, muchas veces saldría por los cerros de Úbeda. despotricando de todos y contra todos. De hecho, es el blog el que me sirve de medio para canalizar mi ira.

Mis grandes enojos normalmente suelen terminar con lágrimas de impotencia y eso no es más que un símbolo de lo que siento en ese momento: no poder controlarme, no tener la suficiente paciencia para que algo no me afecte o no me toque. Y muchas veces, el enfado, la ira o la indignación (llámese x) suele ser contra mí misma. 

Y tú, ¿te enojas con facilidad?


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