miércoles, 27 de febrero de 2013

Frases a medias


Si hay algo que me fastidia en la vida son esas frases que se sueltan y no se completan. O esas frasecillas de doble sentido que no son lo suficientemente explícitas para que la otra persona las entienda. Y es que si de algo he pecado en la vida, eso ha sida la claridad, que no tiene que ver siempre con la sinceridad.

frases incompletas




Es, la claridad, en estos tiempos, algo que no siempre abunda precisamente. Pensamos que si somos demasiado claros expresando nuestras convicciones no vamos a agradar a nuestros amigos. Si explicamos a nuestros compañeros/jefes que nuestro punto de vista en ese enfoque es diametralmente opuesto al suyo, creemos que nos arriesgamos a que nos pongan una x,... y así sucesivamente en muchos ámbitos de nuestra vida. Entonces nos pasamos el día lanzando medias frases, maquillándolas o, simplemente, lanzando humo.

Todo esto viene a que a mí las frases a medias, las frases corteses que quieren decir algo pero no terminan de decirlo,... me ponen nerviosa. Vamos, que me como la cabeza. Y eso fue lo que me pasó anoche: una frase de marras que no termina de decir algo pero que se intuye. Así que me fui a dormir con ella en la cabeza (menos mal que cai como un lirón) y esta mañana he pensado en este post.

Prefiero pecar de clara a que me malentiendan.


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