¿Qué haces si
hoy es uno de esos días? ¿Qué haces si desde que te
levantas sientes que hoy es uno de esos días en los que es mejor que te
hubieras quedado en la cama? O mejor todavía, si ya la noche anterior te
acostaste con esa sensación. ¿Qué
haces?
¿Qué haces si sientes
que todo lo estás haciendo mal? ¿Si por cada paso que das te sientes más
idiota que con
el anterior? ¿Qué haces si además de todo eso pones una
sonrisa de oreja a oreja y no te sirve para nada? Aunque te digas: buah,
olvídalo, no ha pasado nada, ya se te olvidará. Y
sigues recordándolo.
Es
complicado cuando uno está en esa tesitura. Cuando siente que hace el
ridículo. Cuando cree que ninguna de las decisiones que toma o acciones
que realiza es correcta. Posiblemente, hoy, en mi caso, sean mis propias
comeduras de tarro.
Pero me
condicionan. Me
condicionan de tal manera
que no he pasado buen día, que no estoy pasando buen día. Le doy
muchas
vueltas a la
cabeza. Muchas veces soy incapaz de disfrutar el momento
precisamente por eso, por mis comeduras de tarro. Los análisis
posteriores son los peores y eso es lo que me está ocurriendo hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario