Érase una vez una cantante pop muy conocida por ser también una
soldado desesperada. En su momento le gusto el Olé y después viajó a su
aire. Esta famosa cantante llamada Marta Sánchez se encontraba el jueves
pasado en la calle Serrano de Madrid circulando en coche cuando un
grupo de funcionariosmanifestándose por los recortes adoptados por el
Gobierno, cortó la calle y, según ella misma, le golperon el coche
llegando a romperle un retrovisor. Durante su participación en un
programa de televisión, la cantante afirmó que las redes sociales han
dicho que ella intentó atropellar a los funcionarios y que los llamó
hdp. En el mismo programa declaró: "La manera de salir adelante no es
jodiendo al prójimo, hablando mal y pronto, sino trabajando". Todo esto
sobre los manifestantes que cortaron la calle Serrano y que no la
dejaron avanzar con su vehículo. Claro está, estas declaraciones han
sido trending topic.
En una cosa estoy de acuerdo con esta señora.
La manera de salir adelante no es jodiendo al prójimo, como están
haciendo con todos los ciudadanos. La manera de salir adelante no es
descalificando a aquellos que están saliendo a defender los derechos por
los que han luchado tantos otros durante años. La manera de salir
adelante sí es saliendo a las calles a reivindicar que no podemos seguir
consintiendo que nos tomen por tontos. La manera de salir adelante sí
es luchar por nuestros derechos: educación pública y de calidad, sanidad
pública y de calidad, justicia justa y de calidad, pensiones, ley de
dependencia, derechos de los empleados públicos, no a los recortes en el
desempleo, no a la subida del IVA,... Son tantas y tantas cosas.
Señora
Sánchez, usted que pertenece al mundo de la cultura, que tan
perjudicada debería verse por la subida del IVA, no debería tildar a los
manifestantes, a los que reivindican sus derechos, de ser aquéllos que
joden al prójimo. Usted, señora Sánchez, también debería salir a la
calle a reivindicar sus derechos. ¿O es más sencillo que luchen los
demás? Porque no se trata de decir simplemente, como en el comunicado,
que está muy sensibilizada. Hay que ser como la mujer del César.
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